Esta actividad permite a los menores explorar habilidades que enriquecerán su visión del mundo.
Cualquier forma de expresión artística, como la fotografía, debería enseñarse desde temprana edad. Y es que tomar imágenes puede ser un juego divertido, pero también una forma de aprendizaje que permite a los más pequeños a aproximarse al mundo y percibirlo de manera creativa.
Esto se debe a que la fotografía potencializa habilidades transversales como la observación, la creatividad, la investigación, la síntesis, la perspectiva y la argumentación, entre otras habilidades, que le serán de gran uso en su vida diaria, ya que el menor verá su objetivo desde distintos ángulos para conseguir la mejor imagen y deberá tomar decisiones rápidas sobre lo que quiere fotografiar antes de que su objetivo se mueva. Así mismo, esta actividad amplía la perspectiva espacial en el momento en que se retratan paisajes u objetos que dan sensación de profundidad o de tridimensionalidad.
Adicionalmente, esta práctica sirve como estímulo para la imaginación y la creatividad de los menores, pues deben buscar la forma de lograr la mejor composición en la fotografía y les enseña a considerar otros puntos de vista a lo que comúnmente observan. También se promueven capacidades de adaptación, debido a que se aprende a interactuar con las realidades en las que se toman las imágenes.
Otros beneficios de la fotografía
- Mejorar destrezas de lectura y escritura. Tomar fotografías implica conocer más al detalle sobre determinados lugares, artistas, obras o exposiciones, y esto supone investigar para entender más sobre dichos temas. Asimismo, favorece la capacidad de escritura, ya que demanda la elaboración de textos que describen las imágenes capturadas y expresan lo que quieren mostrar al mundo.
- Establecer límites espaciales. Otro de los beneficios de la fotografía es que enseña a establecer límites espaciales desde el mismo momento en el que se encuadra y se decide que mostrar o no en la imagen que se está construyendo. Esto ayuda a desarrollar habilidades espaciales en los niños, pues deben aprender a percibir los espacios a través del lente, pensando en lo que quieren mostrar.
- Desarrolla persistencia y paciencia. Lograr la imagen deseada o imaginada requiere más de un intento, lo que desarrollará persistencia y paciencia en el niño, además de ser un buen escenario para ayudarle al niño a lidiar con la frustración, ya que no será la primera toma la imagen escogida.
Adicionalmente, la captura de imágenes es una herramienta de socialización que permite compartir con otros aprendices y compartir experiencias, además de ser una oportunidad única para conocer en profundidad el mundo que nos rodea a medida que lo retratamos.
Aunque existen miles de cursos online, que los niños tengan la retroalimentación de su trabajo es esencial para que puedan sacar el mayor provecho de la fotografía, por ello, es recomendable buscar clubes de fotografía o cursos presenciales. De esta manera, los pequeños tendrán la oportunidad de despejar sus dudas sobre el uso de la cámara y entender conceptos básicos como contraste, profundidad de campo, composición y velocidad de la toma, además de desarrollar algunas de las habilidades ya mencionadas.
Casa Editorial EL TIEMPO, entendiendo la importancia de estas actividades, tiene a disposición de los pequeños el Curso de Fotografía para Niños, con carácter semi-personalizado y teórico-práctico, para que desde el primer día los menores puedan ejecutar los conocimientos vistos y, a partir del trabajo conjunto y la retroalimentación del instructor, experimenten avances en la técnica fotográfica. Para más información e inscripciones, haga clic aquí:
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