Los secretos de la comunicación efectiva para padres
En la actualidad la palabra influencer está en boca de todo el mundo y, especialmente, de los adolescentes y en nuestro hijos, quienes pasan mucho tiempo conectados a sus dispositivos móviles, recibiendo todo tipo de información, mayormente proveniente de estas estrellas digitales. Conviene, entonces, como padres, conocer este mundo para saber a qué se ven expuestos los niños y cómo actuar ante ello.
La RAE señala que “la voz influencer es un anglicismo usado en referencia a una persona con capacidad para influir sobre otras, principalmente a través de las redes sociales”.
Por su parte, el Cambridge Dictionary señala que la palabra influencer hace referencia a “alguien que afecta o cambia la manera como otras personas se comportan”.
El hecho de afectar o cambiar el comportamiento implica que estas personas trascienden la forma de pensar y lleva a sus seguidores a la acción. Es en este punto en donde se debe pensar qué estrategias y recursos se pueden utilizar para asegurarse de que todo lo que influya, afecte o cambie el comportamiento de los niños sea para su mayor beneficio.
Sin embargo, no siempre los influencers de las redes sociales o de cualquier otro origen, llámense amigos, clubes, grupos sociales etc., influyen positivamente en el comportamiento de los niños y corresponde entrar a balancear la situación.
Especialmente durante la adolescencia, los jóvenes están sujetos a una avalancha de información proveniente de las redes, a las opiniones de sus amigos y a una considerable presión de grupo que a veces se convierte, para ellos, en una encrucijada que, inevitablemente, influye en su comportamiento. Esto último es lo que se conoce con el nombre de “peer pressure”, fenómeno estudiado en niños y adolescentes y que va desde alentar a los demás a escapar de clases hasta inducir a comportamientos riesgosos o autodestructivos.
Cabe señalar que no estamos desestimando la importancia de los “peers” o compañeros en la vida de los niños o adolescentes, se sabe que su rol es crucial en el proceso de crecimiento social y emocional. El apoyo recibido por parte de un amigo o un grupo en algún momento de la vida puede llegar a ser invaluable. No obstante, el tema se complica cuando aparece la presión, que no necesariamente tiene que ser abierta o explicita, caso en el cual es menos grave, pues pueden tender a rechazarla, aunque sea por rebeldía y eventualmente escapar a ella.
Al tipo de presión a la que se debe estar aún más atentos, es a aquella un poco menos evidente y que se va “colando” en el entorno familiar, siendo disruptiva, repetitiva e incómoda. Como padre se puede detectar si hay algo le puede incomodar con relación a los hijos de la siguiente forma: comparar cómo era el joven hace unos meses, verlo cómo es ahora y notar que está dejando de ser la persona que era. Esa es la primera señal.
En estas edades es básico que todo tipo de influencia adversa para los hijos hay que interceptarla y desarticularla antes de que tome ventaja y la vida de ellos tome un giro inadecuado. La pregunta que la mayoría de los padres hacen es, ¿cómo lo hago sin generar un estado de rebeldía o rechazo?
Conviértete en el mejor influencer de los hijos
Como primera medida es importante, como padre, hacerse este tipo de preguntas:
- ¿Cómo influyo yo en la vida de mis hijos?
- ¿Soy un verdadero influencer en la vida de mis hijos?
- ¿Los inspiro?
- ¿Mis hijos me admiran?
- ¿Cómo me ven mis hijos?
- ¿Qué les estoy enseñando con mi ejemplo?
Se recomienda contestar estas preguntas honestamente, dejando a un lado la culpa que podría invadirlo. Vale la pena recordar que ser padre es una labor que se aprende durante el ejercicio y por eso se cometen errores, pero se puede corregir el rumbo.
En segundo lugar, es básico recordar cómo fue la relación con los propios padres y darse cuenta de cómo influyeron en los diferentes momentos y aspectos de la vida. En ese instante se hace conciencia de la oportunidad que se tiene para influir en la vida de los hijos y ser el mejor influencer de ellos.
No se trata de hacerle la guerra a los celulares, tabletas, computadores y a todo lo que se enchufe; se trata de conectar verdaderamente con los hijos adolescentes. Hay que tener presente que con todos se conecta de forma diferente. Por lo tanto, si se consigue ser un gran influencer para los hijos, alguien que los inspire, los motive, alguien que los haga sentir felices, ¡Se está triunfando como padre! Así de claro es el tema, así de contundente.
Cómo conectar
Lo primero que se debe hacer es desconectarse uno mismo. ¿De qué? De todo lo que pueda alejarlo emocionalmente de la familia. El trabajo, los problemas, el afán, incluso el tiempo que se pasa con el celular genera distancia con la familia. Hay que dejar el teléfono en un lugar donde no interfiera, así la atención estará 100% en la interacción familiar y se podrá dar ejemplo.
Para lograr la atención de los hijos se debe generar el entorno apropiado, un clima familiar agradable, armónico y fluido. Mas exactamente se trata de dar aquello que se quiere obtener: si se quiere la atención de un adolescente, uno mismo debe estar atento, si se quiere ser escuchado por el adolescente, también se debe escuchar.
¡No hay que desanimarse si no se ven los resultados inmediatos, nada de lo que se ha hecho bien es tiempo perdido!
Identificar el mensaje que se le quiere dar al hijo
Este es el punto crucial, aquí es donde están la mayor cantidad de inconvenientes. A diferencia de los influencers de las redes, quienes tienen claro lo que quieren transmitir, los padres ‘disparan’ en todas las direcciones intentando abarcar muchos temas en el mismo discurso. Hay que recalcular métodos ahora mismo. Un punto a la vez. Sin saturar. De buena manera, como te hubiera gustado que lo hicieran tus padres. El joven percibirá el interés, el esfuerzo, el amor y abrirá la puerta de su mente y su corazón.
Por esto, Casa Editorial EL TIEMPO en alianza con Xhaman presenta el curso ‘los secretos de la comunicación efectiva para padres’; en donde la Coach en Programación Neuro-lingüística Julia Fortoul, te enseñará a conocer las herramientas afectivas y efectivas para una buena comunicación con tus hijos.