Con mayor frecuencia vemos como algunos de los artistas y creadores de contenido que conocemos, hacen parte de campañas publicitarias de marcas; nos ofrecen servicios y productos como si fueran suyos, actúan como influenciadores en redes sociales para que conozcamos y consumamos ciertas marcas, prestando su imagen, su voz y su reconocimiento para respaldar la comercialización de éstas.
Es la sensación que tiene una persona cuando decide responsabilizarse de su vida a través de conocerse, identificando sus fortalezas y “debilidades” para crecer y ser la mejor versión de sí mismo.
Desde hace ya algún tiempo no es suficiente tener un buen producto, un nombre chévere y un logo bonito debido a que la competencia es cada vez más dura.